Paeceful Warrior

Toda mi vida he anhelado aquella batalla que demande mi cuerpo, que me arranque la vida en un momento de euforia, toda mi vida he deseado hallarme perdido en algun lejano y extraño campo de batalla, solamente con mi sable y la incertidumbre como compañeros fieles, toda mi vida, he buscado en el lugar equivocado.
He esperado mientras me debato en tristeza y nostalgia, diciendome a mi mismo que pronto llegaria ese dia donde podria demostrarme a mi mismo la fuerza de mi interior, mi propia nobleza y gallardia, mirando un horizonte que aun siquiera se dibuja en el amanecer, he dejado que las batallas presentes sean libradas al azar sin oponer resistencia alguna al avance de la muerte sobre mi alma.
He aprendido el codigo del guerrero, el codigo de honor, morir para dejar vivir, vivir para luchar por lo justo, he ansiado toda mi vida ponerlo en practica, aguardando una batalla, aguardando ese momento que me inste a actuar contra la adversidad, haciendo de mi un heroe tragico o simplemente un superviviente listo a defender la verdad cuando sea el momento indicado, toda mi vida, he olvidado que cada dia es una guerra, cada dia se lucha un nuevo despertar y la supervivencia nos llama al oido tras la bruma de la cotidianidad, no he visto, que el dia de hoy es la batalla que tanto he esperado.
Y ser capaz, de llamarme un guerrero pacifico, pues las guerras mas duras, son las que se libran en el interior, todos los dias.


Maximilien guido Sad

Quisiera que me abandonaras, quisiera que dieras media vuelta y simplemente te marcharas, sin darme explicación, abarrotado y destruido en el suelo, quisiera que corrieras tan lejos como te sea posible de mí, porque realmente te amo. Desearía verte por mi ventana, sin siquiera girarte a darme un ultimo vistazo, desearía cerraras la puerta con desinterés, como solo aquellos que han perdido un peso muerto pueden hacerlo, que de pronto te levantases de la cama una mañana y sin mediar razón o verbo te vistieras y me abandonaras dormido, sin rosa, sin poema, sin nota, sin adiós, desearía lo hicieras, desearía poder decirte que te amo para que lo entendieras. Espero, con cada beso y cada caricia, hartarte de pasión, espero que amándote, con la almohada en el suelo, hasta que la luna se olvida del cielo, hastiarte y verte la espalda mientras marchas decidida. Llegue un día en que tus pasos no existan y mi casa se halle muda y vacía, que tus ojos no estén y mi sentido se halle incompleto, y sin tu mano rozando mi rostro este se agriete entre sal y ceniza y caiga desapercibido al suelo. Congelarme en la soledad del invierno sin tus brazos, perder la vista al no verte, el olfato sin tu perfume, ido mi tacto sin tu piel y el gusto sin tu boca, congelarme en soledad antes que herirte, y es que te amo tanto, que ojala me dejaras, ojala te marcharas.

Maximilien guido Sad

Te has ido

Te has ido
como un sueño desvaneciéndose en la mañana
la puerta aun llora tus pasos
en mi cama un ultimo adiós que no oí
que no pronunciaste

te has ido
para siempre, donde jamás iré
como bruma ahogándose en las costas
mi rostro aun siente tu caricia
una que no diste

solo el sol espera en el cielo
vendrá la luna, sin traerte

un bote amarrado a puerto inexistente
mis manos guardan tu última mirada
la que con ojos cerrados diste

el fuego pronto dormirá
congelándose la habitación
aun así esperare

cual escena de teatro viejo
el telón solo bajara a tu orden
y los espectadores dormirán cien años
esperando, soñaran que no te fuiste
las puertas se abrirán
dejando atrás la memoria del tiempo

te has ido
tras un llamado gris
marchaste como si huyeras de la tormenta
dejando las nubes en mis ojos
mi alma tararea tu canción favorita
no volverás
pues para siempre te has ido

Maximilien guido Sad

Nadie la ve

La he visto tratando de encajar, sonriendo esforzadamente, tratando de olvidar su tristeza.
Sentada siempre tres bancos delante mió, en sus frágiles manos un sueño, anhelo y olvido, ser parte, quizás ser querida, paso y paso, cada uno mas solitario, hay eco en su andar, hay eco y lagrimas.
La he visto sonrojarse al verlo pasar, y "él" siquiera darse cuenta de sus ojos grises profundos, de su boca dulce y tibia.
Bajo formas de inconcepcion rutinaria, en sus paredes se halla, obra y gracia, magnificas primaveras con azules árboles, de ocaso y caricia, rostros guardianes de su corazón sensible, he visto aquellas paredes y sus letras, sus letras al comienzo de la hoja, donde los sentimientos juegan a besar la tinta y dejarse ver desnudos, entre sus palabras he visto, un pequeño sueño, un triste anhelo.
La he visto aproximarse a "ellas" y ser rechazada sin razón más que diferencia, y en un susurro pedir perdón, por ser, por ser quien es.
Entre sus pasos he visto huellas y duda, lamentos de un camino, marcas del rechazo social, abandono sin precisión, y donde las manos esconden al rostro lloroso, ahí su corazón palpitante, al son de una vieja melodía, tan oída por los solitarios, eco, sin precisión, eco del abandono.
La he visto jugar imaginariamente con las nubes mientras lee a los antiguos filósofos, dejando huir pensamientos en forma de cristal, dejando huir todo aquello que es, dejando ser todo eso que debió, quizás, jamás haber sido, y no puedo evitar llorar en silencio al verla llorar.
En sus manos un dulce sueño, un compañero de nubes y libros, de canciones sin ritmo y antiguos ojos.
Allí esta siempre, a tres bancos delante, con su lacio cabello negro, donde cada punta significa un arrullo de viento, con sus grises y profundos ojos, tan maravillosos, tan presurosos, allí, donde la timidez ha hecho un bastión de orgullosa soledad, sus pasos y el eco, aquellas paredes de ensueño.
La he visto tratando de encajar donde jamás lo hará, sonriendo forzadamente para ser aceptada en las filas de niños felices, y no puedo evitar llorar al oírla gritar en silencio, por todo eso que es, y que nadie ve.

Maximilien Sad