su aliento sabía a vodka y sangre
era pura, blanca, ella llenaba mi dolor con ilusiones y fragmentos de muerte.
Al apagar las luces solo quedaba el brillo entre sus muslos
savia dorada lamiendo su entrepierna
intoxicándome.
Podía oír el eco de sus voces
gritando más allá de los sueños
pero era total mi certeza, ella era mi demonio personal
mi veneno, ella, mi dama heroína.
Sus labios podían cortarte la piel
su sonrisa dormía mis peores pecados.
Ojos negros, mi chica heroína
el eco, el eco
yo los oía hablar, gritaban
pero yo era esclavo, de su sangre, de su rímel
ella era la clase de niña que no dejas ir.
Entre las sabanas comían los buitres de la tristeza
el placer clavaba sus dientes en mi carne
sujetando con fuerza.
Su lengua era capaz de hacer trizas tu alma
mi dama heroína
ella lo era todo, su piel sabia a tabaco y su cabello olía a rosas muertas.
Aun escucho el eco
los veo sin ver
"solo otro muerto por sobredosis"
en la eternidad de su sonrisa
su lengua aun lame mi alma, sus labios aun beben en mi cuello
mis pecados son ciegos a través de un campo de espinas
entre las sabanas, duermo el sueño de quienes la aman.
Ms_
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