Por eso lloramos

Ambos sabemos que el tiempo para nuestras caricias es corto.
Lamento, lo siento, perdona, no es suficiente, las lágrimas no vuelven a mis ojos, poco a poco seco y soy polvo, porque el tiempo se agota y veo germinar impronta la triste hora.
Las plegarias se han hecho oro, y este, un sonido hueco lo que una vez fue mi grito más puro, un piano nos dedica su melodía, como si fuésemos aves moribundas, dulcemente arremete con sus notas.
Lo mas profundo, lo mas cruel de un calendario con todos sus días acurrucados en rojo porque nuestro amor es trágico héroe de corazones, nacido de la pasión de ese beso nocturno y desde allí, destinado a morir a breve edad, dejándonos olvidados uno del otro, como si las costas separaran no solo nuestros cuerpos, sino también las almas.
Ambos sabemos que desde hoy, al día tras el tercer ocaso, los mismos que esta noche se debaten entre caricias y sabanas húmedas, serán vaho en el espejo.
Y por eso mientras giramos en nuestros juegos, amalgamando nuestras almas por medio de los cuerpos, por eso, mientras nos amamos y sudamos presa del cariño animal, es por aquella fecha infausta y esa hora negra, que aun con la más dulce de las caricias, lloramos.


Maximilien guido Sad 10/06/06