Aquella Noche

La noche ampara el sonido de mis pasos, la lluvia cubre mi silueta.
El barro ha dejado la tierra tan frágil, a un costado echo las cosas, tomo la pala, mis gritos se ocultan tras los truenos.
Ella reposa, silenciosa al costado, mientras cavo, hundiendo mis latidos en la tierra húmeda.
El recuerdo de su perfume embriaga mi mente, tiemblo y comienzo a llorar, las gotas se confunden con mis lágrimas, mi rostro es un mar dulce salado.
Su vestido blanco se mancha con el barro que lame este lugar, su rojizo cabello se enreda con la grama, pequeños y ágiles dedos verdes que lo acarician, respirando su aroma, fundiéndose con mi memoria.
Mis gritos resuenan altos, coros desesperados, agonía, el recuerdo de su boca, de sus finos labios, ahora azules, idos, ella descansa mientras mi alma se parte, mientras ardo.
Mis manos tiemblan, su cuerpo aun irradia calor, mis manos tiemblan, los recuerdos, crueles cuervos que se zambullen desde lo alto de un sueño nacido del opio, atacando mi pecho, picoteando mi alma.
Soy incendio y carne de gusanos, pero la noche ampara mis pasos, la tierra es frágil, cavo una última morada para quien ame sin ser amado.
Sus ojos jamás me vieron, sus labios jamás rozaron los míos, su cabello jamás descanso en mi almohada, aun así, mío ha sido el sueño, mía es la pesadilla, dueño del secreto, dueño ahora por entero.
Entre ángeles de mármol, entre querubines de granito, allí dormirás, y solo yo sabré de ti, solo de mí sabrás, susurro que dejo en sus oídos, susurro que mi boca no se atreve a pronunciar, ni aun bajo el resguardo de un trueno.
Mis lagrimas son las flores que he traído, mis manos la ultima plegaria, mis ojos la silenciosa concurrencia, esta es una despedida, aquí la ultima morada, aquí la magnitud de mi amor.
Dulcemente dejo su cuerpo en el fondo, tan frágil, tan dulce, los recuerdos, sueños que jamás sucedieron, momentos robados que mi mente quiso de tus besos ajenos.
Mis manos tiemblan, comienzo a cubrirla desde los pies con tierra mojada, he preparado un lugar profundo, un lugar seguro, mis lagrimas, mi mente, la lluvia cubre todo, abres los ojos, aun adormecida por el golpe, esta noche me ampara, tus gritos desesperados se pierden en la potencia de un trueno, mi llanto sella tu destino, lagrimas y una ultima porción de tierra.


Maximilien guido Sad